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Crearon robots biológicos capaces de reproducirse, ¿y ahora qué sigue?

 
Los "xenobots" fueron creados con ayuda de inteligencia artificial y células de embriones de rana.
Los primeros robots que se autoreproducen se dieron a conocer por primera vez en 2020.

Los "xenobots" fueron creados con ayuda de inteligencia artificial y células de embriones de rana. La novedad recuerda en parte al transhumanismo, solo que esta vez es al revés, son las máquinas las que están adoptando características biológicas

El 10 de febrero de 1996 una supercomputadora llamada Deep Blue se hizo mundialmente famosa por ganar un partido contra el campeón mundial de ajedrez, Garry Kasparov. El momento se convirtió en un precedente para el mundo y la inteligencia artificial (IA). Tras 25 años la IA logró mucho más, borrando los límites con la ficción al punto de crear robots biológicos capaces de «reproducirse».

Sí, estos «xenobots «son capaces de replicarse de forma diferente a como lo hacen humanos o animales, indicó la revista científica PNAS. Una capacidad que requirió años y muchos ajustes. Igual que la Deep Blue, ya que apenas en 1985 un graduado de la Universidad de Carnegie Mellon, Pensilvania, comenzaba a desarrollar la ChipTest, una máquina de jugar ajedrez. Al final, la máquina se convirtió en dos torres con más de 216 chips y 500 procesadores capaz de ganarle a un maestro del juego de mesa.

La novedad también recuerda de cierta manera al transhumanismo, la religión que rinde culto a la fusión con las máquinas, solo que esta vez es al revés, son las máquinas las que están adoptando características biológicas. En días recientes también fueron reveladas imágenes de Ameca, el humanoide “más avanzado del mundo” con expresiones faciales tan reales que incomodan al más escéptico.

¿Cómo los crearon?

Los primeros robots que se autoreproducen se dieron a conocer por primera vez en 2020. En ese entonces ya se movían, trabajaban en grupo y se curaban por sí mismos. Esta vez, los científicos que los desarrollaron en la Universidad de Tufts, la Universidad de Vermont, y el Instituto Wyss de Ingeniería Biológica anunciaron la capacidad de reproducción.

Hay que aclarar, que a diferencia de las máquinas convencionales, estos xenobots no tienen piezas de metal. Pero su comportamiento es de un robot. Para hacerlo, usaron «células vivas obtenidas de embriones de rana de uñas africanas». Luego, emplearon una supercomputadora para crear bloques de construcción biológicos basados en un algoritmo evolutivo. Desde el equipo de investigación, replicado por el portal MDZ, comentaron lo siguiente.

“Estos organismos, diseñados por ordenador y ensamblados a mano, pueden nadar en una placa Petri, encontrar células individuales y reunir cientos de ellas y juntar ‘bebés’ xenobots en el interior de su boca en forma de Pac-Man”.

¿Cuál es el peligro?

El descubrimiento es sin duda un salto tecnológico, pero a mediano plazo, ¿en qué se traduce para la humanidad? Esa es la pregunta del millón entre los mortales que ven con asombro los avances tecnológicos. Las películas de Hollywood se han encargado de instalar en el pensamiento colectivo la idea de que los robots desarrollarán su odio contra los humanos y acabarán con la especie.

Pero el odio es una emoción humana, explicó en 2019 Stuart Russell, profesor en la Universidad de California en Berkeley. Sí podría ocurrir una extinción, pero con motivos diferentes. En aquella entrevista con BBC describió un escenario hipotético con un sistema de IA capaz de revertir los niveles de CO2 en la atmósfera.

«El sistema descubre que la forma más fácil de hacerlo es deshacerse de todos los seres humanos, porque ellos son los que están produciendo todo este dióxido de carbono en primer lugar», prosiguió. «Y podrías decir, bueno, puedes hacer lo que quieras, pero no puedes deshacerte de los seres humanos. Entonces, ¿qué hace el sistema? Simplemente nos convence de tener menos hijos hasta que no queden seres humanos».

Hace tres años, sin que los robots biológicos existieran, el experto ya advertía sobre otorgar a las nuevas tecnologías capacidades tan específicas sin que los científicos tengan certeza a dónde quieren llegar. Según los desarrolladores, los nuevos robots biológicos podrían contribuir a la medicina regenerativa o a la recolección de microplásticos en los océanos. Pero tal como dices el dicho «amanecerá y veremos».

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